La cirugía estética siempre es electiva.
Para lograr un buen resultado final siempre se deben contemplar tres premisas.
Primero, el paciente debe estar bien predispuesto con una necesidad interior que lo lleve a querer verse en armonía.
Segundo, debe elegir al profesional el cual depositar su confianza.
Tercero, el profesional debe sentir que puede mediante la cirugía estética cubrir las expectativas del paciente.
Si estas tres premisas se cumplen, con seguridad se llega a un buen resultado.